viernes, noviembre 19, 2004

Pequeñeces

Últimamente noto que me estoy haciendo mayor porque cada vez me gusta más el jazz y hace 15 años me parecía música de carrozas, claro que con mi falta de tiempo es la que más se adapta para leer, así mato dos hobbies al mismo tiempo. Durante el día, mientras trabajo, radio 3 a toda pastilla. Es increíble la música, las sensaciones que puede llegar a transmitirte (Wim Mertens un día de lluvia, una canción de Los Secretos cuando menos te lo esperas, Cabo Frío mientras conduzco por la Castellana un domingo por la noche). Me ocurre lo mismo con el arte (perderme, dejarme envolver por un cuadro de Tápies en el Macba), leer (otras vidas, otras culturas), una buena conversación (en su defecto una carta interesante) el buen vino (siempre en una buena copa), un atardecer y por qué no, el amanecer, la lluvia y el sol, el frío y el calor, reír, reír mucho, escuchar, oír la risa de mis hijas, verlas dormir, investigar, pasear, aprender. El campo y las grandes ciudades. El mar, la musicalidad de las hojas de los árboles movidas por el viento, las personas de mente sana, el olor a tierra mojada, el fuego de una chimenea, un cola-cao fresquito con galletas, mmmm, el olor a café por las mañanas al salir de la ducha, las sábanas limpias, el orden y el desorden ordenado ... No acabaría nunca... soy feliz con las cosas más nimias. También es verdad que las cosas más tontas a veces me hacen llorar.

1 Comments:

Blogger giovanni said...

... Wim Mertens, ese nombre suena muy holandés. Quién es?
Me dejo llevar por tu amanecer,la lluvia, el sol, el frío, el calor.. el campo y las ciudades. Así es: no acabaría nunca.
Y esto de llorar por cosas tontas... es normal.
Un saludo, Giovanni

2:09 p. m.  

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