cpu a tope

Estoy agotada de tanto pensar. Pensar en las mil cosas cotidianas y sus extras: la declaración de la renta, el pago del impuesto de circulación, el cambio de vivienda en el padrón, pasar la ITV, preparar informes, reuniones, que no me pisen… Voy apuntándolo por todas partes, posponiendo las alarmas de la agenda del móvil, del Outlook. Y se siguen amontonando papeles. Y tengo miedo de perderlos (los papeles) y en una de estas empezar a gritar en las interminables colas. Temo que de un momento a otro se me recaliente la cpu y tenga que formatear de nuevo. Así que hago un ejercicio de relajación, te saco con cuidado del bolsillo donde te llevo todo el día y te cuento tonteriítas al oído. Nos reímos entre tanto caos y te invento una isla desierta en el mar de la gran ciudad para perdemos en nuestra revolución al margen de la cotidianidad.